Un glaciar (del francés glacier) es una gruesa masa de hielo y nieve originada en la superficie terrestre por acumulación, compactación y recristalización de la nieve,[1][2] mostrando evidencias de flujo en el pasado o en la actualidad. Su existencia es posible cuando la precipitación anual de nieve supera la fusionada en verano, por lo cual la mayoría se encuentra en zonas cercanas a los polos, aunque existen en otras zonas, como en montañas. El proceso del crecimiento y establecimiento del glaciar se llama glaciación, aunque este término se suele reservar para describir periodos fríos de la historia de la Tierra en los que se formaron abundantes masas de hielo y glaciares. Los glaciares del mundo son variados y se pueden clasificar según su forma ya sea de valle, de nicho, campo de hielo o por régimen climático como el tropical, temperado o polar, o condiciones térmicas de base fría, base caliente o politermal.[3]
Un 10 % de la Tierra está cubierta de glaciares, y en tiempos geológicos recientes ese porcentaje llegó al 30 %.[4] Los glaciares del mundo acumulan más del 75 % del agua dulce del planeta.[4] En la actualidad 91 % del volumen y 84 % del área total de glaciares está en la Antártida, 8 % del volumen y 14 % del área en Groenlandia sumando el resto de los glaciares 4 % del área y menos del 1 % del volumen.[5]
Los casquetes polares, glaciares continentales o inlandsis, son los glaciares más importantes que existen actualmente sobre la Tierra. Ocupan en total 15 millones de km², lo que significa el 90 % las áreas cubiertas por el hielo. El casquete de la Antártida es el más extenso.[6]
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