Guerra civil boliviana | ||||
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Mapa del desarrollo de la guerra civil | ||||
Fecha | 1898-1899 | |||
Lugar | República de Bolivia | |||
Resultado | Victoria liberal | |||
Consecuencias |
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Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La guerra civil boliviana, también denominada guerra Federal, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1898 y 1899 en Bolivia, entre el bando conservador, que ostentaba el poder del Estado con el apoyo mayoritario de las fuerzas armadas y la élite económica y religiosa que defendían un modelo de orden unitario, y el bando liberal, que contaba con el apoyo del campesinado, amerindios y pequeños empresarios de mayoría cristiana católica, oponiéndose a las políticas de Estado que el gobierno llevaba a cabo y pretendía instalar un modelo de orden federativo.[1]
Los antecedentes principales para el estallido de la guerra civil fue que Bolivia se encontraba en una crisis política y social ante las diferencias que existía entre los grupos sociales que habitaban el país desde la independencia, el golpe de Estado contra el presidente Hilarión Daza Groselle por partidarios que posteriormente se unieron al bando conservador, la disputa por llevar el término de «ciudad capital» entre La Paz y Sucre, y por último la pérdida del departamento del Litoral en la Guerra del Pacífico además de no corresponder al llamado realizado por la República Peruana de volver a implicar al Ejército boliviano en la guerra a pesar de la presión de la oposición liberal que exigía volver a la guerra contra Chile.
Durante la guerra ambos bandos realizaron persecuciones y cometieron masacres a poblaciones civiles. Los intereses extranjeros se hicieron presentes en el conflicto, pues los liberales tenían lazos con el Perú y los conservadores con Chile. Dentro del territorio controlado por cada bando estallaron revoluciones y contrarrevoluciones que complicaban la situación humanitaria de los civiles.
La victoria del bando liberal supuso un cambio rotundo de la política en Bolivia, pues se trasladaba a la fuerza los poderes ejecutivo y legislativo de la ciudad de Sucre —núcleo fuerte del desaparecido bando conservador— a La Paz, ciudad en donde se originó el bando liberal, aunque esto no significó la instalación definitiva de una capital nacional.[2]
El período de postguerra estuvo marcado por el desencanto de la recién creada Junta Federal de Gobierno (compuesta por los integrantes del bando liberal) pues aunque realizó algunas tibias reformas, continuó el sistema político unitario de su antecesor, dilapidando toda posibilidad de la instalación de una federación o confederación, igualmente el fin de la guerra tampoco significó la desaparición de las luchas de clases tal como habría promulgado el bando liberal, un ejemplo es que el nuevo gobierno ante las protestas amerindias —como consecuencia de no cumplir sus promesas realizadas a dicho sector social por el apoyo de ellos en la guerra civil—, respondió con violencia y ejecuciones en masas. El asesinato de mayor importancia realizado por la Junta Federal de Gobierno fue hacia Pablo Zárate Willca quien durante la guerra civil fue el mayor aliado amerindio del bando liberal.
A pesar de que el bando liberal por medio de la Junta Federal de Gobierno no llegó a instaurar plenamente sus promesas, su sustento ideológico sirvió para inspirar posteriores enfrentamientos modernos como la revolución boliviana de 1952 durante la Guerra Fría.