La guerra de guerrillas es una estrategia militar en la que pequeños grupos de combatientes, a menudo paramilitares, irregulares o incluso civiles armados, utilizan ataques móviles a pequeña escala contra un enemigo mayor y menos versátil con el objetivo de debilitarlo o vencerlo mediante una guerra de desgaste. Estas tácticas pueden incluir emboscadas, sabotajes, saqueos, incursiones, guerra relámpago, corte de las líneas de suministro, incendios provocados, secuestro o asesinato de enemigos importantes e interceptación de las comunicaciones. Este término se acuñó en España durante el intento de conquista por parte de Napoleón Bonaparte.
La guerrilla generalmente nace de un conocimiento superior del terreno y el apoyo de la población local para operar de manera oculta y sorpresiva, moverse con rapidez y reunirse y dispersarse sin dejar rastro. Fundamentalmente, es un tipo táctico de guerra que lo subordina todo al hostigamiento en vez de a la conquista convencional de terreno, por lo cual se busca la larga erosión de una guerra atomizada y dispersa, sin confrontar directamente al grueso del enemigo. De este modo, se pueden alcanzar objetivos estratégicos que un ejército organizado y al descubierto no podría conseguir jamás. Henry Kissinger dijo al respecto, con ocasión de la guerra de Vietnam, que "un ejército pierde si no gana, una guerrilla gana si no pierde".
Este método de guerra se utiliza con frecuencia en situaciones de guerra asimétrica y resulta muy difícil de neutralizar gracias a su movilidad, a su habilidad para diluirse entre la población civil y a su fácil dispersión en pequeños grupos y sin uniforme identificativo.[1] En zonas montañosas, como las que se prodigan en España, esta táctica ha sido determinante para repeler invasiones, tales como la de los romanos, los árabes y los franceses de Carlomagno y Napoleón Bonaparte.
Un aspecto distinto y destacado de actuación es el desarrollado por la guerrilla urbana, en las ciudades y ciertos núcleos rurales, como fue el caso del maquis frente a las tropas alemanas y muchas guerras coloniales en África entre los nativos y las fuerzas extranjeras de ocupación.