Guerra del Brasil

Guerra del Brasil
Parte de Guerras Platinas

Fecha 25 de octubre de 1825 - 28 de agosto de 1828
Lugar La Banda Oriental (actual Uruguay),
Río Grande del Sur, Brasil,
Carmen de Patagones, Provincias Unidas del Río de la Plata.
En mar: Río de la Plata
Casus belli
  • Cruzada libertadora
  • Conflicto Disputa territorial entre el Imperio del Brasil y las Provincias Unidas del Río de la Plata[1]
    Resultado Convención Preliminar de Paz
    Cambios territoriales
    Beligerantes
    Provincias Unidas del Río de la Plata
    Treinta y Tres Orientales
    Bandera de Brasil Imperio del Brasil
    Comandantes
    Unidades militares
    Ejército Rioplatense
    Milicias Orientales
    Ejército Imperial Brasileño
    Mercenarios provenientes de Europa
    Fuerzas en combate
    6000 (1825)[2]
    7700 (1826)[3]
    8000 (1826-1827)[4]
    5800 (1825)[5]
    6300 (1826)[3]
    8000 (1826-1827)[6]

    La guerra del Brasil o guerra argentino-brasileña (o guerra rioplatense-brasilera, en portugués: Guerra da Cisplatina) fue un conflicto armado entre las Provincias Unidas del Río de la Plata —que recientemente se habían independizado del Reino de España— y el Imperio del Brasil —que a su vez también se había independizado del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve—, por la posesión de los territorios que corresponden a la actual República Oriental del Uruguay y parte del actual estado brasileño de Río Grande del Sur y que tuvo lugar entre 1825 y 1828.

    En 1816, numerosas y bien pertrechadas fuerzas del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve comenzaron la invasión luso-brasileña de la Provincia Oriental —anteriormente llamada la Banda Oriental— y de la casi totalidad de Misiones, realizando también incursiones en las provincias de Corrientes y Entre Ríos.

    En 1821 la Provincia Oriental, tras ser derrotado José Gervasio Artigas el año anterior en la Batalla de Tacuarembó, fue anexada al Brasil con el nombre de Provincia Cisplatina.

    Cinco años después, en 1825, y con el apoyo del gobierno argentino, un grupo de orientales y de otras provincias, llamado los Treinta y Tres Orientales y liderado por Juan Antonio Lavalleja, ingresó en la Provincia Oriental para desalojar a los ocupantes brasileños. Con la posterior ayuda de Fructuoso Rivera, en pocos meses logró retirar al ejército brasileño y el 25 de agosto, en el Congreso de Florida, declaró la independencia de la Provincia Oriental del Brasil y su unificación con las demás provincias que conformaban las Provincias Unidas del Río de la Plata o Argentina. Brasil declaró la guerra a Argentina.

    Si bien al comienzo de las hostilidades las fuerzas imperiales eran mayores a las republicanas, las Provincias Unidas derrotaron a Brasil en muchas batallas en una lucha de tres años por tierra y mar, siendo la Batalla de Ituzaingó la más importante. No obstante, las fuerzas argentinas nunca lograron capturar Montevideo (solo sitiarlo) ni penetrar profundamente en territorio brasileño y esto, sumado al hecho de que Brasil obtuvo mejores resultados en el mar al destruir la mayor parte de la pequeña flota argentina, derivó en que Brasil obtuvo al final términos más favorables en el tratado de paz.[7]

    Sin embargo, los problemas económicos y políticos generados en ambos estados, en especial, el bloqueo de la Armada de Brasil al puerto de Buenos Aires y el impasse en tierra (dado que Colonia del Sacramento y Montevideo estuvieron bajo el control de Brasil durante todo el conflicto) aconsejaron iniciar las tratativas de paz. En 1827, el ministro plenipotenciario argentino Manuel José García, excediéndose en su misión, firmó la Convención Preliminar de Paz de 1827 con los representantes brasileños que reconocía la soberanía del Imperio sobre la Provincia Oriental y se comprometía a pagarle a Brasil una indemnización de guerra. El presidente Bernardino Rivadavia la declaró como el «tratado deshonroso», rechazándola y presentando posteriormente su renuncia.

    El conflicto continuó hasta el 27 de agosto de 1828, cuando los representantes del Gobierno de la República de las Provincias Unidas del Río de la Plata y los del Emperador del Brasil, Pedro I, firmaron la Convención Preliminar de Paz de 1828, que acordó la independencia de la Provincia Oriental y el cese de las hostilidades.

    1. Castellanos, La Cisplatina, la Independencia y la república caudillesca, pág. 73-77.
      • Nahum, Benjamín (1994). Manual de Historia del Uruguay 1830-1903. Montevideo. Ediciones de la Banda Oriental.
      • Méndez Vives, Enrique (1990). Historia Uruguaya. Montevideo. Ediciones de la Banda Oriental.
      • Lima, Manuel de Oliveira. O Império brasileiro. Belo Horizonte: Itatiaia, 1989. ISBN 85-319-0517-6 p. 24, 56, 97
      • Doratioto, Francisco. Maldita Guerra: Nova história da Guerra do Paraguai. São Paulo: Companhia das Letras, 2002. ISBN 85-359-0224-4. Pg 24.
      • Barman, Roderick J. Citizen Emperor: Pedro II and the Making of Brazil, 1825-1891. Stanford: Stanford University Press, 1999. ISBN 0-8047-3510-7 Pg. 112, 124, 125.
    2. Rosa, José María (1972). Historia argentina: Unitarios y federales (1826-1841). Tomo IV. Buenos Aires: Editorial Oriente, pp. 23. En diciembre de 1825 el Ejército de Observación acampado en Entre Ríos sumaba 2000 hombres escogidos y dirigidos por oficiales capaces, Rivadavia esperaba aumentar el tamaño de aquel a 16 000 con las levas del interior. Contaban con el apoyo de 4000 orientales vencedores de Sarandí y acuartelados en Durazno a la espera de los occidentales.
    3. a b Martín Suárez (1974). Atlas histórico-militar argentino. Buenos Aires: Círculo Militar, pp. 164.
      Fuerzas en presencia
      Republicanos: 7700 hombres, de los cuales 1800 infantes, 5400 jinetes (de ellos 400 milicianos de Buenos Aires y 2000 de las milicias orientales) y 500 artilleros con 16 piezas. Fuerzas imperiales: 6300 hombres, 2300 infantes, 3700 jinetes, 300 artilleros con 12 piezas.
    4. Rosa, 1972: 30. En diciembre de 1826 el plan de Barbacena era reunir 15 000 hombres en Santa Ana, de ahí aplastar a los 8000 soldados que tenía Alvear y ocupar Entre Ríos para imponer la paz a Buenos Aires desde allí.
    5. Rosa, 1972: 23. En diciembre de 1825 los brasileños estaban en crisis. Abreu había sido reemplazado en noviembre como gobernador de armas por el brigadier Massena Rosado, aquel había retrocedido a Río Grande con 5000 efectivos esperando refuerzos, mientras la vanguardia estaba en Cerro Largo. Otros 800 jinetes riograndenses estaban con Bento Manuel en Cuareim vigilando al Ejército de Observación. Las guarniciones de Montevideo y Colonia podía resistir pero no pasar a la ofensiva y desde Europa venían mercenarios alemanes.
    6. Rosa, 1972: 30. Alvear se adelantó a los planes de Barbacena y avanzó con todas sus fuerzas sobre Santa Ana, obligándolo a retroceder a Río Grande con los 8000 hombres que tenía. Mientras la flota de Brown hostilizaba las costas brasileñas hasta Río de Janeiro, de los navíos comprados a Chile solo llegó uno, el resto de hundió en el Cabo de Hornos.
    7. SCHEINA, Robert Latin America's Wars: the age of the caudillo, 1791-1899, Brassey's, 2003.

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