Hijo de Dios es el título de un líder y concepto religioso que refleja la fidelidad y aprobación de quien lo posee. Históricamente muchos gobernantes han asumido tratamientos como Hijo de Dios o Hijo del Cielo.[1]
El término "Hijo de Dios" se usa en el Tanaj (Antiguo Testamento) para referirse a las personas que tienen una relación especial con Yahveh. En el Éxodo, Yahveh dice: Israel es mi hijo, mi primogénito,[2]‘deja ir a mi hijo para que me dé culto.[3] A los Reyes de Israel , a los hombres justos y a los ángeles, todos son llamados "hijos de Dios".[4] El Salmo 2 menciona; Yo publicaré el decreto: Yahveh me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy[5], lo que se ha interpretado como una referencia al futuro Mesías.[6]
En el Nuevo Testamento, "Hijo de Dios" se aplica instintivamente a Jesús, queriendo enfatizar que es de la misma naturaleza o esencia de Dios.[7] En dos ocasiones, Jesús es llamado "Hijo de Dios" por una voz que habla desde el Cielo. Jesús explícita e implícitamente se refiere a sí mismo "Hijo de Dios" e "Hijo del Hombre", y varias personas que aparecen en el Nuevo Testamento le llaman "Hijo de Dios".[8] [9] El término se extiende a las personas en general que llevan una fe en comunión, el pasaje de Juan dice;[10] A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios,[11] mientras las Epístola paulinas reza; Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.[12]