La historia de la India en la época precedente a 1950 es inseparable de la historia del subcontinente indio, al cual pertenece esta nación. Incluye los asentamientos y las sociedades prehistóricas en la región, la avanzada civilización del valle del Indo y la fusión de la cultura indoaria para formar la civilización védica;[1] el origen del hinduismo, del jainismo y del budismo;[2][3] la sucesión de poderosas dinastías e imperios durante más de tres milenios en varias áreas del subcontinente que incluye el crecimiento de dominios musulmanes interconectados con las potencias hindúes;[4][5] la llegada de los comerciantes europeos que dio como resultado el establecimiento de la India Británica, y el subsecuente movimiento de independencia que condujo a la partición de la India y a la creación de la república de la India.[6]
La civilización del valle del Indo, considerada una civilización originaria,[7] que se extendió y floreció en el noroeste del subcontinente indio entre 3300 y 1300 a. C., fue la primera gran civilización del Sur de Asia.[8] Durante el período Harappense, entre 2600 y 1900,[9] que desarrolló una cultura urbana tecnológicamente avanzada. Esa civilización colapsó a inicios del II milenio a. C. y fue sucedida por la civilización védica de la Edad del Hierro. En esa era se compusieron los Vedas, textos seminales del hinduismo, se formaron los janapadas (entidades políticas monárquicas) y la estratificación basada en castas. La civilización védica tardía se extendió sobre la llanura indogangética y gran parte del subcontinente, y fue testigo del surgimiento de estados mayores conocidos como mahajanapadas. En Magadha, uno de estos reinos, Buda Gautama y Mahavira propagaron sus filosofías shramánicas durante los siglos V y VI a. C.
Gran parte del subcontinente fue conquistada por el Imperio Maurya durante los siglos IV y III a. C. Desde el siglo III a. C. la literatura prácrita y pali en el norte y la literatura sangam en el sur comenzaron a florecer.[10][11] El acero wootz se originó en el sur de la India en el siglo III a. C. y fue exportado al extranjero.[12][13][14] Durante el período clásico, varias partes de la India fueron gobernadas por numerosas dinastías durante 1500 años, entre las que destaca el Imperio gupta. Este período, testigo de un resurgimiento religioso e intelectual hindú, se conoce como la «era dorada de la India». En este período varios aspectos de la civilización, administración, cultura y religión indias (hinduismo y budismo) se expandieron a gran parte de Asia, mientras que los reinos del sur de la India mantenías lazos marítimos con el Medio Oriente y el Mediterráneo. La influencia cultural india se extendió a muchas partes del sureste asiático, lo que ocasionó el establecimiento de reinos indianizados en esa región.[15][16]
El evento más importante entre los siglos VII y XI fue la lucha tripartita centrada en Kannauj, que duró más de dos siglos, entre el Imperio Pala, el Imperio rashtrakuta y Gurjara Pratihara. En la India meridional surgieron múltiples potencias imperiales a partir de mediados del siglo V, entre las que destacan los imperios Chalukya, Chola, Pallava, Chera, Pandya y Chalukya occidental. La dinastía Chola conquistó el sur de la India e invadió partes del sureste de Asia, Sri Lanka, Maldivas y Bengala en el siglo XI.[17][18][19] A principios de la Edad Media los matemáticos indios influyeron en el desarrollo de las matemáticas y la astronomía en el mundo árabe e introdujeron los números hindúes.[20]
El dominio musulmán comenzó en partes del norte de la India en el siglo XIII, cuando se fundó el sultanato de Delhi en 1206 por invasores túrquicos procedentes del Asia central,[21] si bien los musulmanes ya habían realizado de manera limitada incursiones de conquista en el territorio de lo que hoy son Afganistán y Pakistán desde fechas tan tempranas como el siglo VIII.[22] El sultanato de Delhi gobernó la mayor parte de la India septentrional a principios del siglo XIV, pero entró en decadencia a finales de ese mismo siglo. En ese período surgieron también varios estados hindúes poderosos, notoriamente Vijayanagara, Gajapati, Ahom y varios estados rashput como Mewar. En el siglo XV surgió el sijismo. El período moderno comenzó en el siglo XVI, cuando el Imperio mogol conquistó la mayor parte del subcontinente indio.[23] El Imperio mogol padeció una decadencia gradual a principios del siglo XVIII, lo que fue una oportunidad para que el Imperio maratha, el Imperio sij y el reino de Mysore ejercieran su control sobre vastas áreas del subcontinente.[24][25]
Desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, grandes áreas de la India fueron anexionadas por la Compañía Británica de las Indias Orientales. El descontento con el gobierno de la compañía ocasionó la rebelión india de 1857, después de la cual las provincias británicas de la India fueron administradas directamente por la Corona británica y experimentaron un período de rápido desarrollo de las infraestructuras, una decadencia económica y grandes hambrunas.[26][27][28][29][30] Durante la primera mitad del siglo XX, se inició la lucha por la independencia liderada por el Congreso Nacional Indio, al que después se unirían otras organizaciones. El subcontinente obtuvo la independencia del Reino Unido en 1947, después de que las provincias británicas se dividieran en los dominios de India y Pakistán y los estados principescos se integraron en alguno de los nuevos estados de la India.