El idioma oficial es aquel idioma establecido como de uso corriente en los actos de gobierno de un Estado. Por lo general su empleo está indicado taxativamente en la Constitución o en las leyes fundamentales del Estado. Las leyes, los documentos públicos o administrativos, los servicios de la administración pública y los procesos en el sistema judicial son conducidos en dicho idioma. El Estado, legalmente, presupone su conocimiento general; por lo cual la educación es dictada en el idioma oficial.
En algunos casos, aunque no exista una norma legal de rango constitucional, se considera idioma oficial a aquel en el cual se redactan las leyes.