Se denomina infraestructura (etimología: Infra = debajo) a aquella realización humana diseñada y dirigida por profesionales de ingeniería, urbanismo, etc., que sirven de soporte para el desarrollo de otras actividades y su funcionamiento, necesario en la organización estructural de las ciudades y empresas.[1][2]
La infraestructura se compone de estructuras físicas públicas y privadas tales como carreteras, ferrocarriles, puentes, túneles, suministro de agua, red de saneamiento, redes eléctricas, y telecomunicaciones (incluyendo conectividad a Internet y acceso de banda ancha). En general, la infraestructura se ha definido como "los componentes físicos de los sistemas interrelacionados que proporcionan productos básicos y servicios esenciales para permitir, sostener o mejorar las condiciones de vida de la sociedad" y mantener el entorno circundante.[3]
Especialmente a la luz de las transformaciones sociales masivas necesarias para mitigar y adaptarse al cambio climático, las conversaciones contemporáneas sobre infraestructura se centran con frecuencia en el desarrollo sostenible y la infraestructura verde. Reconociendo esta importancia, la comunidad internacional ha creado una política centrada en la infraestructura sostenible a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el Objetivo de Desarrollo Sostenible 9 "Industria, Innovación e Infraestructura".
Una forma de describir los diferentes tipos de infraestructura es clasificarlos en dos tipos distintos: infraestructura dura e infraestructura blanda.[4] La infraestructura dura se refiere a las redes físicas necesarias para el funcionamiento de una industria moderna.[5] Esto incluye carreteras, puentes y vías férreas. La infraestructura blanda se refiere a todas las instituciones que mantienen el estándares económicos, salud, social, ambiental y cultural de un país.[5] Esto incluye programas educativos, estadísticas oficiales, parques e instalaciones recreativas, instituciones de aplicación de la ley y servicios de emergencia.