Los instrumentos de cuerda o cordófonos son instrumentos musicales que producen sonidos por medio de las vibraciones de una o más cuerdas, usualmente amplificadas por medio de una caja de resonancia. Estas cuerdas están tensadas entre 2 puntos del instrumento y se hacen sonar pulsando, frotando o percutiendo la cuerda.
En la orquesta clásica, se llama cuerdas al conjunto de instrumentos de cuerda frotada formado por los grupos de violines (normalmente divididos en violines primeros y segundos), violas, violonchelos y contrabajos. Lo mismo sucede con la orquesta de cuerdas, que está conformada por los mismos instrumentos. De forma similar se habla de un trío, cuarteto o quinteto de cuerdas, cuando se trata de agrupaciones de violín, viola y violonchelo.[1][2]
En la mayoría de los instrumentos de cuerda, las vibraciones se transmiten al cuerpo del instrumento, que suele incorporar algún tipo de zona hueca o cerrada. El cuerpo del instrumento también vibra, junto con el aire de su interior. La vibración del cuerpo del instrumento y el hueco o cámara cerrada hacen que la vibración de la cuerda sea más audible para el intérprete y el público. El cuerpo de la mayoría de los instrumentos de cuerda es hueco. Sin embargo, algunos -como la guitarra eléctrica y otros instrumentos que dependen de la amplificación electrónica- pueden tener un cuerpo de madera maciza.