Irlanda (en irlandés: ⓘ; en inglés: ⓘ), a veces conocido como República de Irlanda,[5] es un país de la Unión Europea que ocupa la mayor parte de la isla de Irlanda. Su capital y ciudad más poblada es Dublín, situada en el este de la isla. El país tiene una única frontera terrestre con Irlanda del Norte, una de las naciones constitutivas del Reino Unido. La isla está rodeada por el océano Atlántico y tiene el mar Céltico al sur, el canal de San Jorge al sureste y el mar de Irlanda al este. Es una república parlamentaria con un presidente electo que ejerce de jefe de Estado. El jefe del gobierno, el Taoiseach, es nombrado por la Cámara Baja del Parlamento, la Dáil Éireann.
El moderno Estado irlandés consiguió su independencia efectiva del Reino Unido en 1922 tras una guerra de independencia que acabó con la firma del Tratado anglo-irlandés, mientras que el Úlster, luego Irlanda del Norte, permaneció dentro del Reino Unido. Esto agudizó el Conflicto de Irlanda del Norte –el cual aún perdura, pese a las negociaciones de paz– entre fuerzas unionistas pro- británicas y la población, que pretende la Independencia del Reino Unido, y la integración con la República de Irlanda. Aunque, en principio, Irlanda fue un dominio dentro del Imperio británico con el nombre de Estado Libre Irlandés, en 1931 se clarificó su completa independencia legislativa y en 1937 adoptó una nueva constitución y el nombre de Irlanda. En 1949 se eliminaron los deberes restantes de la figura del rey de Irlanda y el país se declaró una república. El Estado no tuvo relaciones formales con Irlanda del Norte durante la mayor parte del siglo xx, pero desde 1999 han cooperado en varias políticas en el marco del Consejo Ministerial Norte-Sur creado por el Acuerdo de Viernes Santo.
A principios del siglo xx, las medidas económicas proteccionistas debilitaron la economía irlandesa y, por ello, fueron desmanteladas en los años 1950. Irlanda se unió a la Comunidad Económica Europea en 1973. El liberalismo económico desde finales de los años 1980 resultó en una rápida expansión económica, particularmente entre 1995 y 2007, etapa en que Irlanda fue conocida como el Tigre Celta. En 2008 comenzó una crisis financiera sin precedentes que, unida a la crisis económica mundial, puso fin a dicha etapa de rápido crecimiento económico.[6] Sin embargo, dado que la economía irlandesa fue la que más creció en la UE en 2015, Irlanda vuelve a subir rápidamente en las tablas de clasificación comparando riqueza y prosperidad a nivel internacional.
En 2017, Irlanda apareció en el cuarto lugar de las naciones más desarrolladas del mundo en el índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas.[7] Asimismo, la república irlandesa está en los puestos más altos en materia de libertad económica, política y de prensa. La República de Irlanda está en la actualidad entre los países más ricos del mundo en términos de renta per cápita.[8] Hoy en día, Irlanda es uno de los países fundadores del Consejo de Europa y de la OCDE. El país sigue una política de neutralidad y no alineación y por ello no es miembro de la OTAN, aunque sí participa en la Asociación para la Paz.