El término irracionalismo, designa genéricamente a las corrientes filosóficas que privilegian el ejercicio de la voluntad y la individualidad por encima de la comprensión racional del mundo objetivo. Como tal, no se aplica a una escuela específica sino que designa una tendencia general en el curso de la historia de la filosofía. Sin embargo, por antonomasia suele aplicarse el término a las distintas corrientes existencialistas y nietzscheanas que reaccionaron contra la hegemonía de la filosofía positivista y neokantiana en la primera mitad del siglo XX.[1][2][3]
La validez del término es en sí una quaestio disputata en el seno de la filosofía; los defensores de posiciones racionalistas argumentan que todavía la crítica de la comprensibilidad del mundo o de la primacía de las facultades intelectivas sobre las pulsiones psíquicas o biológicas se realiza mediante la razón. Por este motivo, se prefiere a veces aplicar la denominación de vitalismo.