Una isla es una porción de tierras naturalmente emergidas completamente rodeadas por agua.[1] Tienen un área menor que un continente y mayor que un islote; y son más estables que un pequeño banco de arena. Un conjunto de islas geológicas o geográficamente relacionadas se llaman archipiélagos.
En cuanto a sus áreas, estas varían desde los más de 2 millones de km² de Groenlandia —la isla más grande de la Tierra—; hasta islas de pocos m². Hay que tener en cuenta que la clasificación entre isla e islote es subjetiva, ya que no hay criterios establecidos que la permitan; es por ello por lo que no se puede determinar cuál es la isla más pequeña del mundo. En las de menor tamaño, los procesos de erosión y sedimentación alteran significativamente sus áreas y, cuando interesan, suelen ser estabilizadas artificialmente por medio de defensas.
En cuanto a su población, estas varían desde los más de 160 millones de habitantes que, en 2015, tenía Java (Indonesia), la más poblada; hasta las islas deshabitadas por su pequeño tamaño, la escasez de recursos, la inaccesibilidad o la rigurosidad del clima.
Para lo perteneciente o relativo a una isla o sus habitantes, se utilizan los adjetivos «insular», «insulano» e «isleño», procedentes los dos primeros de la etimología de la palabra «isla», que se formó a partir del vocablo latino insŭla.[2]