Jack el Destripador | ||
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«Un posible sospechoso», caricatura publicada por el Illustrated London News el 13 de octubre de 1888, en la que aparece representado el Comité de Vigilancia de Whitechapel en su búsqueda de Jack el Destripador. | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
desconocido Reino Unido | |
Fallecimiento |
desconocido desconocido | |
Sepultura | Londres | |
Nacionalidad | desconocida | |
Información profesional | ||
Ocupación | Asesino en serie y barbero | |
Información criminal | ||
Situación penal | Jamás fue atrapado; mató a cinco mujeres pero se le atribuyen más víctimas. La policía de Whitechapel considera que no fue solamente una persona la que cometió los atroces asesinatos. | |
Jack el Destripador (en inglés, Jack the Ripper) es el nombre dado a un asesino en serie sin identificar al que se le atribuyen al menos cinco homicidios en el barrio londinense de Whitechapel (East End) en 1888, y cuyo modus operandi estuvo caracterizado por cortes en la garganta, mutilaciones en el área genital y abdominal, extirpación de órganos y desfiguración del rostro[1] de mujeres que se dedicaban a la prostitución.
A mediados del siglo XIX, el East End de Londres tenía sobrepoblación y su nivel de calidad de vida era mísero.[2] La situación empeoró con la proliferación de barrios de clase baja con notables índices de pobreza, violencia, alcoholismo y prostitución.[3] Antes de los asesinatos, Whitechapel era asociado con casos de antisemitismo, racismo, delincuencia, disturbios y privación.[4] Si bien la Policía Metropolitana de Londres imputó solo cinco asesinatos al mismo individuo, sus registros incluyeron seis crímenes más que conformaron el expediente de Whitechapel.[5][1] Entre 1887 y 1891, la prensa atribuyó otra serie de homicidios al Destripador, aunque existen discrepancias sobre este vínculo.
Pese a que se investigó aproximadamente a trescientos sospechosos,[6] la investigación policial resultó ineficaz en el esclarecimiento de la identidad del asesino serial, y fue objeto de burla y polémica por parte de la prensa.[7] Esto derivó en el establecimiento de un comité ciudadano encargado de patrullar las calles de Whitechapel, identificar a posibles sospechosos e investigar por su cuenta los asesinatos.[8] Aunque el autor de los crímenes nunca fue identificado, surgieron varias teorías y sospechas por parte de la policía, prensa y autores para explicar los posibles conocimientos quirúrgicos,[9] profesión u ocupación y salud mental del homicida.[10] Algunos de los sospechosos a los que se investigó fueron Montague Druitt,[11] Severin Klosowski,[12]Aaron Kosminski[13] y Francis Tumblety.[14] La policía recibió al menos tres cartas supuestamente firmadas por el asesino, en las que este se mofaba de las investigaciones y amenazaba con seguir asesinando a prostitutas. Una de las misivas estaba firmada por «Jack el Destripador» y a partir de ese entonces el asesino comenzó a ser referido por este apodo.[15]
El mito de Jack el Destripador ha sido el concepto central de varias obras literarias, artísticas y cinematográficas que, por lo general, combinan hechos reales con elementos ficticios y de terror, ayudando a consolidar una alegoría en torno al homicida que prevalece en la época contemporánea.
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