John Locke | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
29 de agosto de 1632jul. Wrington (Somerset, Reino Unido) | |
Fallecimiento |
28 de octubre de 1704jul. High Laver (Reino Unido) | |
Causa de muerte | Infarto agudo de miocardio | |
Sepultura | Cementerio de todos santos de High Laver | |
Religión | Calvinismo | |
Familia | ||
Padres |
John Locke Agnes Keene | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Filósofo, político, médico, escritor, científico y filósofo del derecho | |
Área | Filosofía, epistemología, filosofía política y medicina | |
Empleador | ||
Movimiento | Empirismo | |
Obras notables | ||
Miembro de | Royal Society (desde 1668) | |
Distinciones | ||
Firma | ||
John Locke (Wrington, Somerset, 29 de agosto de 1632-Essex, 28 de octubre de 1704) fue un filósofo y médico inglés, considerado como uno de los más influyentes pensadores del empirismo inglés, y conocido como el «Padre del Liberalismo Clásico».[1][2][3] Fue uno de los primeros empiristas británicos. Influido por las ideas de Francis Bacon, realizó una importante contribución a la teoría del contrato social. Su trabajo afectó en gran medida el desarrollo de la epistemología y la filosofía política. Sus escritos influyeron en Voltaire y Rousseau, pensadores de la Ilustración francesa, así como los revolucionarios estadounidenses. Sus contribuciones al republicanismo clásico y la teoría liberal se reflejan en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Declaración de Derechos de 1689.[4]
La teoría de la mente de Locke es frecuentemente citada como el origen de las concepciones modernas de la identidad y del yo, que figuran prominentemente en las obras de filósofos posteriores como Hume, Rousseau y Kant. Locke fue el primero en definir el yo como una continuidad de la conciencia. Postuló que, al nacer, la mente era una pizarra en blanco o tabula rasa. Al contrario que la filosofía cartesiana —basada en conceptos preexistentes—, sostuvo que nacemos sin ideas innatas, y que, en cambio, el conocimiento solamente lo determina la experiencia derivada de la percepción sensorial.[5]
Estudió gracias a una beca en la prestigiosa Christ Church de Oxford, que, como era habitual entonces, reducía los estudios a la filosofía escolástica e ignoraba la filosofía cartesiana y los avances de la nueva ciencia o de las matemáticas. Decepcionado, reorientó su carrera hacía los experimentos químicos (fue colaborador de Robert Boyle) y al estudio de la medicina. Profesor de griego clásico en Oxford, hasta los treinta y cuatro años no leyó la filosofía de Descartes, la cual le despertó «el gusto para los estudios filosóficos» y construyó una influencia decisiva en él (lo veía como una verdadera alternativa a la escolástica). También recibió la influencia de Pierre Gassendi (filósofo crítico con Descartes y seguidor del epicureísmo) y en la filosofía política, de los británicos Hobbes y Shaftesbury. Vivió en Londres, durante cuatro años en Francia y estuvo brevemente exiliado en los Países Bajos. Cuando volvió a Londres, después de la Revolución Gloriosa, se convirtió en asesor de los whigs (representantes del partido liberal).