La kiswa (en árabe: كسوة, 'vestido') es una tela de seda negra que recubre la Kaaba en La Meca, y que está adornada a media altura con caligrafías de la profesión de fe musulmana y con versos coránicos, bordados en hilo de oro. Se cambia cada año el 9 du l-hiyya del calendario islámico, que corresponde al final del hach (10 muharram antes).[1] Durante el hach se sustituye por una tela blanca para que coincida con los hábitos blancos (ihram) de los peregrinos.[2] Sin embargo, una práctica común es darle la vuelta a la kiswa (cuyo lado interior es de color blanco) y elevarla a lo largo de la pared para evitar que los peregrinos la ensucien o que corten un pequeño trozo para llevárselo.[3]
Algunas fuentes históricas indican que Ismael Ibn Ibrahim habría sido el primero en cubrir la Kaaba, mientras que otras atribuyen este gesto a `Adnan ibn `Ad, un antepasado de Mahoma. Pero la mayoría de ellas coinciden en que un Tubba, rey de Himyar en Yemen, fue quien habría instaurado esta tradición.[4] Los diferentes emires presentaban luego sus regalos a la Kaaba en forma de mantas hechas de lana, seda y otras telas de diferentes colores. Las mantas se colocaban una encima de la otra, hasta que en el reinado de Qosai Ibnou Kallab, éste habría impuesto a las tribus que proporcionaran la cobertura de la Kaaba cada año.[5]
Durante mucho tiempo, la kiswa fue fabricada en Egipto y llevada luego a La Meca. Era ofrecida por los sultanes egipcios. A principios de la década de 1930, el gobierno saudita ordenó que la kiswa se hiciera en el reino y construyó una fábrica para ese fin. Hoy en día, la seda sigue importándose y la kiswa se cose en una fábrica construida alrededor de 1975 en Arabia Saudita.[6]
Ni Mahoma ni los musulmanes participaron en el tapado de la Kaaba por la kiswa antes de la toma de La Meca, porque los coraichitas lo prohibieron. Una vez que la ciudad fue ocupada, Mahoma no cambió la kiswa hasta que fue quemada accidentalmente por una mujer que fumigaba la Kaaba. Luego fue cubierta con una tela yemení.[4]