Las lenguas fusionantes (antiguamente llamadas lenguas flexivas, término que actualmente incluye también a las lenguas aglutinantes) son un tipo de lengua sintética con flexión morfológica, que además tienen tendencia a fusionar morfemas. Es decir, las lenguas flexivas son aquellas que se caracterizan por tender a incluir mucha información mediante la flexión de las palabras, típicamente añadiendo afijos. Dentro de las lenguas flexivas, las lenguas fusionantes se diferencian de las aglutinantes porque emplean menos morfemas para la flexión, debido a su tendencia a fundirlos, de tal forma que un mismo morfema realiza simultáneamente el papel de varios morfemas teóricos.
Las diferencias entre las distintas clases de lenguas según su tipología no son absolutas, sino de grado. A este respecto, se puede decir por ejemplo que el latín clásico era más flexivo que el español, que a su vez es más flexivo que el inglés.
En las lenguas fusionantes, un afijo suele reflejar sincréticamente dos o más categorías gramaticales. Por ejemplo, en los verbos del español la terminación -mos indica que se trata de una forma de la 1.ª persona y también que es plural, por lo tanto un solo morfo engloba el morfema de persona y el de número. En latín, el sufijo flexivo de los adjetivos -ōrum indica tanto el caso genitivo, como el número plural, como el género preferentemente masculino o neutro (por tanto un único sufijo refleja hasta tres categorías al mismo tiempo).
Las lenguas que carecen de flexiones o que tienden a tener pocas flexiones son las lenguas aislantes (a veces llamadas también lenguas analíticas). Un buen ejemplo del contraste entre estos dos tipos de lenguas son el inglés antiguo, flexivo, y el inglés de hoy en día, mucho más analítico.
Otro tipo de lenguas según sus rasgos morfosintácticos son las lenguas polisintéticas, caracterizadas por formar largas palabras con muchos morfemas, y que en general permiten la llamada incorporación, es decir, meter palabras dentro de otras palabras al formar una frase; por ejemplo, que un verbo conjugado lleve en su interior el complemento directo.