La llave de mecha fue el primer mecanismo básico inventado para facilitar el disparo de un arma de fuego portátil. Este diseño eliminaba la necesidad de acercar manualmente una mecha encendida a la cazoleta del arma, facilitando el tener ambas manos libres para sostener el arma al momento de disparar y, lo más importante, mantener la vista sobre el blanco.