El magnesio es el elemento químico de símbolo Mg y número atómico 12. Su masa atómica es de 24,305 u. Es el octavo elemento en abundancia en el orden del % de la corteza terrestre y el tercero más abundante disuelto en el agua de mar. El ion de magnesio es esencial para todas las células vivas. El metal puro no se encuentra en la naturaleza. Una vez producido a partir de las sales de magnesio, este metal alcalino-térreo es utilizado como un elemento de aleación.
En el cosmos, el magnesio se produce en grandes estrellas envejecidas por la adición secuencial de tres núcleos de helio a un núcleo de carbono. Cuando estas estrellas explotan como supernovas, gran parte del magnesio es expulsado al medio interestelar, donde puede reciclarse en nuevos sistemas estelares. El magnesio es el octavo elemento más abundante en la corteza terrestre[1] y el cuarto elemento más común en la Tierra (después del hierro, el oxígeno y el silicio), constituye el 13 % de la masa del planeta y una gran fracción del manto del planeta. Es el tercer elemento más abundante disuelto en el agua de mar, tras el sodio y el cloro.[2].
Este elemento es el undécimo más abundante por masa en el cuerpo humano y es esencial para todas las células y unas 300 enzimas.[3] Los iones de magnesio interactúan con compuestos de polifosfato como el ATP, el ADN y el ARN. Cientos de enzimas necesitan iones de magnesio para funcionar. Los compuestos de magnesio se utilizan medicinalmente como laxantes y antiácidos comunes (como la leche de magnesia), y para estabilizar la excitación nerviosa anormal o el espasmo de los vasos sanguíneos en afecciones como la eclampsia.[3]