Padres del marxismo |
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El marxismo es una perspectiva teórica y un método de análisis y síntesis socioeconómico de la realidad y la historia, que considera las relaciones de clase y el conflicto social utilizando una interpretación materialista del desarrollo histórico y adopta una visión dialéctica de la transformación social y análisis crítico del capitalismo, compuesto principalmente por el pensamiento desarrollado en la obra del filósofo, sociólogo, economista y periodista revolucionario alemán de origen judío,[1] Karl Marx, quien contribuyó en la sociología, la economía, el derecho y la historia.[2]
Este grupo de doctrinas filosóficas, sociales, económicas, políticas, etc. adquirió una forma más definida tras su muerte por una serie de pensadores que complementan y/o reinterpretan este modelo que van desde Friedrich Engels, compañero y coeditor de Marx, hasta otros pensadores como Gueorgui Plejánov, Vladimir Lenin, León Trotski, Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci, Georg Lukács o Mao Zedong.[2]
Es correcto hablar de marxismo como una corriente del pensamiento asociada principalmente al conjunto de movimientos políticos y sociales que surgieron durante el siglo XX, entre los que destacaron la Revolución rusa, la Revolución china y la Revolución cubana.
El marxismo ha pretendido desarrollar una ciencia social unificada (historia, teoría sociológica, teoría económica, ciencia política y epistemología) para la comprensión de las sociedades divididas en clases y la fundamentación de una visión revolucionaria del cambio social que ha inspirado innumerables movimientos sociales y políticos en el mundo a través de la historia moderna. Presenta tres dimensiones identificables: una dimensión económico-sociológica, una dimensión política y una dimensión crítico-filosófica expresada la filosofía anterior en el idealismo de Hegel y en el materialismo de Feuerbach.[3] El análisis marxista, denominado materialismo histórico, enfatiza en el carácter determinante de las condiciones materiales - relaciones sociales y lugares en la producción- en la vida de las personas y en la conciencia que tienen sobre sí mismas y sobre el mundo. Dicha base material es considerada, en esta perspectiva, determinante en última instancia de otros fenómenos sociales, tales como las relaciones sociales y políticas, el derecho, la ideología o la moral.
Se ha desarrollado en muchas ramas y escuelas de pensamiento diferentes, con el resultado de que ahora no existe una única teoría marxista definitiva.[4] Diferentes escuelas marxistas ponen un mayor énfasis en ciertos aspectos del marxismo clásico mientras rechazan o modifican otros aspectos. Muchas escuelas de pensamiento han tratado de combinar conceptos marxistas y conceptos no marxistas, lo que ha llevado a conclusiones contradictorias.[5]
El materialismo histórico y el materialismo dialéctico sigue siendo el aspecto fundamental de todas las escuelas de pensamiento marxistas. Esta opinión no es aceptada por algunos postmarxistas como Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, quienes afirman que la historia no solo está determinada por modos de producción sino también por conciencia y voluntad.[6] Varias corrientes también se han desarrollado en el marxismo académico, a menudo bajo la influencia de otros puntos de vista: marxismo estructuralista, marxismo histórico, marxismo fenomenológico, marxismo analítico, marxismo humanista, marxismo occidental y marxismo hegeliano. El legado de Marx se ha disputado entre numerosas tendencias, las cuales incluyen el leninismo, el marxismo-leninismo, el trotskismo, el estalinismo, el maoísmo, el luxemburguismo y el marxismo libertario.
El marxismo ha tenido un profundo impacto en la academia global y ha influido en muchos campos como la arqueología, la antropología,[7][8] estudios de ciencias,[9] ciencias políticas, teatro, historia, sociología, historia y teoría del arte, estudios culturales, educación, economía, ética, criminología, geografía, crítica literaria, estética, teoría del cine, psicología crítica y filosofía.