Max Weber | ||
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Fotografía de Max Weber en 1918. | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Maximilian Carl Emil Weber | |
Nacimiento |
21 de abril de 1864 Érfurt (Provincia de Sajonia, Reino de Prusia) | |
Fallecimiento |
14 de junio de 1920 Múnich (República de Weimar) | (56 años)|
Causa de muerte | Neumonía y pandemia de gripe de 1918 | |
Sepultura | Bergfriedhof | |
Nacionalidad | Alemana | |
Religión | Agnosticismo | |
Familia | ||
Padres |
Max Weber Sr. Helene Sarah Julie Fallenstein | |
Cónyuge | Marianne Weber | |
Pareja |
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Educación | ||
Educado en | ||
Supervisor doctoral | Levin Goldschmidt, August Meitzen y Rudolf von Gneist | |
Información profesional | ||
Ocupación | Jurista, economista, sociólogo, filósofo, antropólogo, abogado, profesor universitario, musicólogo, político e historiador | |
Área | Sociología de la religión, historia, economía, sociología, historia, economía y sociología de las organizaciones | |
Empleador |
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Estudiantes | Alfred Schütz y Harold Garfinkel | |
Obras notables | ||
Partido político | ||
Miembro de |
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Firma | ||
Maximilian Karl Emil Weber (pronunciación en alemán: /ˈmaks ˈveːbɐ/; Erfurt, 21 de abril de 1864-Múnich, 14 de junio de 1920) fue un sociólogo, economista, jurista, historiador y politólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública, con un marcado sentido antipositivista.
A pesar de ser reconocido como uno de los padres de la sociología, junto con Karl Marx, Auguste Comte y Émile Durkheim,[1] Weber nunca se vio a sí mismo como sociólogo sino como historiador;[2] para él, la sociología y la historia eran dos empresas convergentes. Sin embargo, sobre el final de su vida en 1920, escribió en una carta al economista Robert Liefmann: «Si me he convertido finalmente en sociólogo (porque tal es oficialmente mi profesión), es sobre todo para exorcizar el fantasma todavía vivo de los conceptos colectivos».[3]
Sus trabajos más importantes se relacionan con la sociología de la religión y el gobierno, pero también escribió mucho en el campo de la economía. Su obra más reconocida es el ensayo La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1905), que fue el inicio de un trabajo sobre la sociología de la religión.[4] La recopilación Economía y sociedad, publicada póstumamente entre 1921 y 1922, es la suma más completa y sistemática de sus ideas y conceptos.
Weber argumentó que la religión fue uno de los aspectos más importantes que influyeron en el desarrollo de las culturas occidental y oriental. En otra de sus obras famosas, La política como vocación (1919), Weber definió el Estado como una entidad que ostenta el monopolio de la violencia legítima y los medios de coacción, una definición que fue fundamental en el estudio de la ciencia política moderna en Occidente.[5][6][7]