Las micotoxinas (del griego antiguo μύκης mýkes ‘hongo’, y el latíntoxicum ‘veneno’) son metabolitos secundarios tóxicos, de composición variada, producidos por organismos del reinofungi, que incluye setas, mohos y levaduras.[1] El término suele referirse principalmente a las sustancias tóxicas producidas por hongos que afectan a animales vertebrados en bajas concentraciones, sin incluir a las que afectan exclusivamente a las bacterias (por ejemplo, la penicilina) o a las plantas. También se excluyen, de manera un tanto arbitraria, las toxinas presentes en las setas venenosas.[2]