El minstrel (usualmente en inglés, dicho en plural, los minstrels, o adjetivado, minstrelsy) era un género teatral musical típicamente estadounidense, cuyo periodo de mayor esplendor se sitúa entre 1840 y 1900. Se trataba de un género que, de alguna manera, aunaba la ópera inglesa con la música de origen negro, procedente de las plantaciones del sur.[1] Su característica más evidente era el hecho de que solía tener connotaciones racistas, ya que siempre estaba ejecutada por actores blancos, que pintaban sus caras de negro para interpretar canciones y bailes donde imitaban a los negros de forma cómica. Cuando, ya a partir de 1855, comenzaron a actuar actores negros, ellos mismos tenían que responder al estereotipo instalado, incluso pintándose la cara.