Los molosos son un grupo de perros caracterizados por tener una constitución musculosa, fuertes mandíbulas, gran cabeza y hocico corto, lo que les hace ser excelentes guardianes y defensores.
Su nombre procede de Molosia, en la antigua región de Epiro (Grecia),[1] cuyos grandes perros eran conocidos por cuidar el ganado[2] y combatir en las guerras. Por ello, los perros que cuentan con esas características se denominan molosos o molosoides en el campo de la cinología. Es frecuente el uso de los términos mastín y dogo como sinónimos de moloso porque son las dos subdivisiones de esta categoría.