El término neoclasicismo (del griego νέος néos 'nuevo' y del latín classĭcus 'primera categoría')[1] surgió en el siglo XVIII para denominar al movimiento estético que venía a reflejar en las artes los principios intelectuales de la Ilustración, que desde mediados del siglo XVIII se venían produciendo en la filosofía y que consecuentemente se habían transmitido a todos los ámbitos de la cultura. Aunque, coincidiendo con la decadencia de Napoleón Bonaparte, el Neoclasicismo fue perdiendo adeptos en favor del Romanticismo.
El neoclasicismo europeo en las artes visuales comenzó c. 1760 en oposición al estilo rococó, entonces dominante. La arquitectura rococó enfatiza la gracia, el ornamentación y la asimetría; la arquitectura neoclásica se basa en los principios de simplicidad y simetría, que se veían como virtudes de las artes de Antigua Roma y Antigua Grecia, y se extraían directamente del Clasicismo renacentista del siglo XVI. Cada movimiento «neoclasicista» selecciona algunos modelos entre el abanico de posibles clásicos que tiene a su disposición e ignora otros. Entre 1765 y 1830, los defensores del neoclasicismo -escritores, oradores, mecenas, coleccionistas, artistas y escultores- rindieron homenaje a una idea de la generación artística asociada a Fidias, pero los ejemplos escultóricos que realmente adoptaron eran más bien copias romanas de esculturas helenísticas. Ignoraban tanto el arte griego arcaico como las obras de la antigüedad tardía. El descubrimiento del arte «rococó» de la antigua Palmira a través de los grabados de la obra de Robert Wood Las ruinas de Palmira supuso una revelación. Con una Grecia en gran medida inexplorada y considerada un territorio peligroso del Imperio otomano, la apreciación de la arquitectura griega por parte de los neoclásicos estuvo mediada predominantemente a través de dibujos y grabados que suavizaban y regularizaban sutilmente, «corregían» y «restauraban» monumentos de Grecia, no siempre de forma consciente.
El estilo Imperio, una segunda fase del Neoclasicismo en la arquitectura y las artes decorativas, tuvo su centro cultural en París en la época napoleónica. Especialmente en arquitectura, pero también en otros campos, el neoclasicismo siguió siendo una fuerza mucho después de principios del siglo XIX, con oleadas periódicas de revivalismo en el siglo XX e incluso en el XXI, especialmente en Estados Unidos y Rusia.[cita requerida]