Un neologismo es, dentro de un determinado idioma, una palabra o expresión relativamente reciente y aislada que se está haciendo de uso corriente, sin llegarlo a ser del todo aún. Con frecuencia se relaciona con una innovación técnica o cultural en la sociedad. Una palabra nace generalmente cuando surge una nueva realidad que exige ser nombrada, por ejemplo inventos y descubrimientos, y también para nombrar nuevos fenómenos políticos, económicos o culturales.
Un término nuevo es un neologismo con respecto a la época en que surge; luego, y teniendo en cuenta ciertos parámetros, deja de serlo. En el idioma español fueron en su momento neologismos palabras como anestesia, guillotina, autopsia, bolígrafo, telescopio, radar, tren, ovni, robot.
Parte de los neologismos del español provienen de otras lenguas como el inglés y el francés.
Algunos sostienen que la creación de neologismos se produce por modas y por necesidades de nuevas denominaciones. Desde el punto de vista del purismo, hay neologismos innecesarios, como los que alargan las palabras convirtiéndolas en archisílabas,[1][2] pero también hay otros neologismos necesarios como, por ejemplo, bonobús o seropositivo. Sin embargo, otros especialistas creen que los neologismos dinamizan la lengua y la mantienen viva.[3]
Hoy en día, los medios de comunicación son los principales propagadores de los neologismos y de los préstamos lingüísticos. Algunos de estos términos tienen una vida efímera.