El octabajo u octobajo[1] es un instrumento musical inventado a finales de 1849 por el francés Jean Baptiste Vuillaume. Pertenece a la familia de los instrumentos de cuerda frotada.
El octabajo es uno de los instrumentos que produce los sonidos musicales más graves de todo el espectro audible por el ser humano, junto con el piano de ocho octavas Bösendorfer imperial, por ende estos dos instrumentos tienen el registro más grave de todos los instrumentos existentes en el mundo. Sus tres cuerdas producen sonidos dos octavas más grave que el contrabajo. Este instrumento mide aproximadamente 3,75 m. Es de los más altos.
Al ser muy grande la distancia entre la parte alta del diapasón y la zona por donde se pasa el arco, se vuelve difícil tapar las cuerdas con los dedos, además de que en la posición para lograrlo es también difícil usar la fuerza necesaria para taparlas produciendo un sonido claro. Es por esto que cuenta con un sistema mecánico que permite al ejecutante tapar las cuerdas mediante una serie de palancas o lengüetas localizadas en la parte derecha del aro del instrumento.