Ola coreana (en hangul, 한류; en hanja, 韓流; romanización revisada del coreano, Hallyu; McCune-Reischauer, Hallyu) es un neologismo que hace referencia al aumento de la popularidad a nivel global de la cultura contemporánea de Corea del Sur desde mediados de la década de 1990, impulsada por las exportaciones de música y series de televisión de producciones originales en idioma coreano, inicialmente a países del Este y Sudeste Asiático, pero posteriormente propagándose a otros continentes en diversos medios, formando parte de la globalización.[1][2]
Los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 tuvieron un papel fundamental como instancia para mostrar por primera vez la cultura local, que tomó fuerza a lo largo de la década de 1990 y se exhibió con dominio en la Copa Mundial de Fútbol de 2002, evolucionando la marca país, desde que emergió el K-pop junto a las producciones televisivas, al añadirse exportaciones tecnológicas de marcas locales, el turismo y contenidos culturales, que convirtieron al país desde quedar devastado tras la guerra de Corea a una importante potencia cultural en todo el mundo.[3][4]