En química y mineralogía, el ortosilicato es el anión SiO4−
4, o cualquiera de sus sales y ésteres. Es uno de los aniones de silicato. Ocasionalmente se llama anión o grupo de tetróxido de silicio.[1]
Las sales de ortosilicato, como el ortosilicato de sodio, son estables y se encuentran ampliamente en la naturaleza como minerales de silicato, siendo la característica definitoria de los nesosilicatos.[2] La olivina, un ortosilicato de magnesio o hierro (II), es el mineral más abundante en el manto superior.
El anión ortosilicato es una base fuerte, la base conjugada del ácido ortosilícico extremadamente débil H
4SiO
4 (pKa2 = 13.2 a 25 °C). Este equilibrio es difícil de estudiar ya que el ácido tiende a descomponerse en un condensado de sílice hidratado.[3]