El plato o disco es el componente principal de un disco duro: es un disco en el que se almacenan datos en formato magnético.[1] El hecho de que estos platos o discos sean rígidos es el que les da su nombre, en oposición a los materiales flexibles empleados en los disquetes. Los discos duros modernos normalmente emplean uno o más platos, fijados en un mismo eje. Un plato puede almacenar información en una de sus caras o en ambas, requiriendo en ese caso un cabezal de lectura/escritura para cada cara.