Poder duro (en inglés: Hard power) es un concepto principalmente utilizado en las relaciones internacionales, y que se refiere al poder nacional radicado en los medios militares y económicos. Esta forma de poder político es a menudo agresiva (coerción), y su efectividad mayor en tanto que un agente político lo impone sobre otro de menor capacidad militar o económica.[1] Es usado en contraste con el término poder blando (Soft power), que se refiere a aquel con origen en la diplomacia, la cultura, y la historia.[1]
Según Joseph Nye el poder duro implica «la capacidad de usar palos y zanahorias (carrots and sticks) de poder económico y militar para que otros acaten tu voluntad».[2] Aquí las «zanahorias» equivalen a incentivos como la reducción de las barreras comerciales, la oferta de alianzas o la promesa de protección militar. En cambio, los «palos» representan amenazas como el uso de diplomacia coercitiva, la amenaza de intervención militar o la implementación de sanciones económicas.
Ernest Wilson describe el poder duro como la capacidad de obligar a una entidad «a actuar de una forma en que de otra manera no lo habría hecho».[3]