La Primera Edad del Sol, también conocida como los Días Antiguos, es una etapa de la cronología de la historia de la Tierra Media, el mundo ficticio en que transcurre la mayor parte de las obras del escritor británico J. R. R. Tolkien. Las historias que tratan los sucesos de esta época son las primeras que Tolkien empezó a escribir en su juventud, y a las que aún seguía dando forma, retocando detalles aquí y allá, cuando le alcanzó la muerte. Abarca un período de aproximadamente 590 años solares.
La parte más importante (en extensión) de El Silmarillion, y que le da el nombre, es el Quenta Silmarillion, que en quenya, la lengua de los elfos Noldor, significa "La historia de los Silmarils"; y las narraciones a ella pertenecientes se inscriben casi en su totalidad en la Primera Edad.
Las Edades de los Árboles tocan a su fin con la destrucción de los Dos Árboles de Valinor (Telperion y Laurelin) a manos de Melkor y Ungoliant. Transcurriría todavía un lapso de tiempo antes de que se alzasen en los cielos la Luna (Isil) y el Sol (Anar), creados gracias a las artes de Yavanna Kementári a partir de la última hoja de Telperion (para hacer de ella la Luna) y el último fruto de Laurelin (para hacer de él el Sol), cuando los dos árboles estaban agonizantes pero todavía no del todo muertos.
La frontera entre las Edades de los Árboles y la Primera Edad es difusa, puesto que se puede interpretar que se sitúa en cualquier instante entre estos dos acontecimientos, aunque es de común acuerdo que comienza con la primera salida, ya sea de la Luna, que salió primero, o del Sol, que salió cuando ya la Luna había descrito siete viajes a través del cielo.