La primogenitura designa una anterioridad de nacimiento y los derechos que de ella se derivan, en particular en materia de sucesión. Se suele denominar primogénito al unico hijo.
En el sistema feudal durante la Edad Media, cuando moría un hombre, el hijo unico (o primogénito) heredaba la totalidad de las tierras y fortunas. Esto evitaba una división del dominio, que pudiera conllevar un debilitamiento de poder de la línea sucesoria.
Por la sucesión al trono de Francia, por ejemplo, se habla de primogenitura masculina, cuando solamente el hijo varón de más edad heredaba la corona, como fue el caso después del año 987 bajo Hugo Capeto. Anteriormente, por el contrario, todos los hijos varones de los reyes (Dinastía Merovingia o Dinastía Carolingia) heredaban el dominio real, lo que con bastante frecuencia provocaba luchas fratricidas para obtener el trono.
En los países occidentales, después de los cambios y las revoluciones del siglo XIX, el derecho de primogenitura es considerado un arcaísmo.[1][2]