En mecánica, el problema de los dos cuerpos consiste en determinar el movimiento de dos partículas puntuales que solo interactúan entre sí. Los ejemplos comunes incluyen la Luna orbitando la Tierra y en ausencia del Sol, es decir aislados, un planeta orbitando una estrella, dos estrellas que giran en torno al centro de masas (estrella binaria), y un electrón orbitando en torno a un núcleo atómico.
Como se explica más adelante, las leyes de Newton permiten reducir el problema de los dos cuerpos a un problema de un cuerpo equivalente, es decir, a resolver el movimiento de una partícula sometida a un campo gravitatorio conservativo y que por tanto deriva de un potencial externo. Dado que el problema puede resolverse exactamente, el problema de los dos cuerpos correspondiente también puede resolverse con exactitud, excepto si uno de los cuerpos es irregular, en cuyo caso se vuelve irresoluble. Por el contrario, el problema de los tres cuerpos (y, más generalmente, el problema de cuerpos con ) no puede resolverse, excepto en casos especiales.