La prominencia de una montaña, también denominada prominencia topográfica, altura de culminación, altura relativa, altura autónoma o factor primario, es una noción usada en orografía para la clasificación de las montañas. Se define como el desnivel mínimo que hay que descender desde la cumbre de una montaña para ascender a otra, cualquiera que sea, más alta. Cuanto más prominente sea una montaña más destacará entre las que la rodean, con independencia de su altitud.[1]
Todas las montañas, excepto el Everest, tienen una montaña de mayor altitud que ellas. Y eso supone que debe existir algún lugar tal que para pasar de una montaña a otra que sea más alta, se pierda la menor altitud posible. Esta sencilla observación, que ya fue estudiada por el físico escocés James Clerk Maxwell, le llevó a pensar en la existencia de una relación inequívoca entre cada una de las cimas de la superficie terrestre y un collado. El aspecto más complejo de este análisis consiste en determinar cuál es ese collado que relaciona ambas montañas.
Una manera de visualizar el concepto de prominencia consiste en imaginar que se inunda la tierra hasta la cima de un pico en cuestión. Por encima del agua asomarán, como islas, las cumbres que sean más elevadas que ella. Ahora se comienza a vaciar el agua de modo que su nivel va descendiendo progresivamente. En un momento dado se observará que se ha abierto una lengua de tierra seca que unirá el pico con otro que será más alto que él. La prominencia viene dada por la diferencia entre la altitud de la montaña elegida y el nivel del agua en ese instante.
La prominencia, al igual que la altitud, es un valor absoluto para una montaña, ya que únicamente depende del punto más bajo que une una montaña con cualquier otra más alta que ella.