En términos generales, protocolo[1] (del b. lat. protogolo, y este del gr. πρωτόκολλον, "primera hoja" o "etiqueta") es una regla que guía de qué manera debe realizarse una actividad, especialmente en el mundo de la diplomacia. En el campo de los servicios diplomáticos y gubernamentales, el protocolo consiste a menudo en pautas no escritas, tales como especificar el comportamiento apropiado y generalmente aceptado en los asuntos de Estado y la diplomacia, mostrar el debido respeto a un jefe de Estado, colocar a los diplomáticos según el orden cronológico de su acreditación en la corte y así sucesivamente.