La pseudociencia o seudociencia es aquella afirmación, creencia o práctica (pseudoterapia o falso tratamiento) que es presentada como científica y fáctica, pero que es incompatible con el método científico.[3][4] A menudo se caracteriza por el uso de afirmaciones vagas, contradictorias, exageradas o infalsables; la dependencia en el sesgo de confirmación en lugar de pruebas rigurosas de refutación; poca o nula disposición por parte de sus seguidores a aceptar evaluaciones externas de expertos; y en general, la ausencia de procedimientos sistemáticos para el desarrollo racional de teorías.
Un área, práctica o cuerpo de conocimiento puede ser razonablemente llamada pseudocientífica cuando se presenta como congruente con los criterios de la investigación científica, pero manifiestamente no cumple con los requisitos de esta.[3] La ciencia se diferencia de la revelación, la teología y la espiritualidad en que ofrece un entendimiento de la realidad mediante el conocimiento obtenido a través de la investigación y experimentación empíricas.[5] La divulgación científica tendenciosa puede nublar las fronteras entre la ciencia y la pseudociencia del público general y puede además incluir ciencia ficción.[6] Algunas creencias pseudocientíficas están ampliamente arraigadas, incluso entre periodistas y profesores de ciencia de escuelas laicas.[7]
El problema de la demarcación entre ciencia y pseudociencia tiene implicaciones políticas, además de presentar problemas científicos y filosóficos.[8] Distinguir entre ambas tiene importancia práctica en áreas como la asistencia médica,[9] el peritaje judicial, las políticas ambientales y la educación en ciencias.[10] Es parte de la educación y el alfabetismo científicos diferenciar los hechos y teorías científicos de las creencias pseudocientíficas, como las encontradas en la astrología, la alquimia, la charlatanería y las creencias ocultistas, que a menudo están unidas falazmente a conceptos científicos.[11]
El término pseudocientífico a menudo se considera inherentemente peyorativo, debido a que sugiere que algo es presentado vaga o incluso embusteramente como ciencia cuando no lo es.[12] En consecuencia, los seguidores de ideas categorizados como pseudocientíficas usualmente rechazan esta etiqueta.[12]
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no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Magendie1843
Una ciencia pretendida o falsa; una colección de creencias relacionadas sobre el mundo erróneamente considerado como basado en el método científico, o como que tiene el estatus que las verdades científicas tienen ahora.
Muchos escritores sobre la pseudociencia enfatizan que esta es no ciencia haciéndose pasar como tal. El clásico moderno sobre el tema (Gardner, 1957) luce el título Modas y falacias en el nombre de la ciencia. Según Brian Baigrie (1988, pág. 438), «lo que es cuestionable sobre estas creencias es que se enmascaran como genuinamente científicas». Estos y muchos otros autores asumen que para ser pseudocientífica, una actividad o enseñanza tiene que cumplir los siguientes dos criterios (Hansson, 1996):
1) no ser científica, y
2) que sus mayores defensores traten de crear la impresión de que sí lo es.
[Las pseudociencias son] afirmaciones presentadas de forma que parezcan ser científicas incluso aunque les faltan plausibilidad y evidencias que las respalden [pág. 33].
En contraste,
[Las ciencias son] un conjunto de métodos diseñados para describir e interpretar fenómenos observados e inferidos, pasados o presentes, y con el objetivo de construir un cuerpo de conocimiento verificable, abierto a la refutación o confirmación [pág. 17].