Los pueblos iranios (persa antiguo: arya, persa medieval: eran) son un conjunto de grupos étnicos caracterizados por su empleo de lenguas iranias y su ascendencia de antiguos pueblos de la meseta iraní.[1][2] Los pueblos iranios viven principalmente en Oriente Medio, Asia Central, el Cáucaso y partes del subcontinente indio, aunque pueblos que hablaban las lenguas iranias fueron hallados en el pasado por toda Eurasia, desde los Balcanes hasta la China occidental.[3][4] Como los pueblos iranios no están confinados en los límites del estado actual de Irán, se emplean términos como pueblos iranios o pueblos iránicos para evitar confusión con los ciudadanos de Irán (iraníes).
Los tipos de grupos étnicos que forman los pueblos iranios se remontan a una rama de los antiguos protoiranios. Los hallazgos arqueológicos en Rusia, Asia Central y Oriente Medio han aportado escasa información sobre el modo de vida de estas primeras gentes. Los pueblos iranios han tenido un papel muy importante a lo largo de la historia: los persas aqueménidas establecieron uno de los primeros estados multinacionales del mundo, y los nómadas escitas-sármatas dominaron las vastas mesetas de Rusia y Siberia occidental durante siglos, con un grupo de guerreras sármatas incluido que probablemente sirvió de inspiración para la leyenda griega de las Amazonas.[5][6] Además, según algunos académicos, las diversas religiones de los pueblos iranios, incluyendo el zoroastrismo y el maniqueísmo, han servido como importantes influencias filosóficas en el judeo-cristianismo.[7] Las primeras tribus iranias fueron los antepasados de otras muchas tribus y pueblos, incluyendo los persas, los kurdos, los pastunes y otros muchos grupos menores. Los pueblos iranios del sur sobrevivieron a las conquistas de Alejandro Magno, a los intentos de dominio cultural de los árabes musulmanes, y a los asaltos devastadores de los mongoles, mientras que los pueblos iranios del norte fueron asimilados por los eslavos y otros pueblos europeos.