El radicalismo es una corriente política surgida en la segunda mitad del siglo XIX, a partir de la creación de partidos radicales en varias partes del mundo. Aun sin ser homogéneo y habiendo seguido evoluciones diferentes en cada país, el radicalismo histórico se caracteriza por su postura intransigente respecto de una serie de principios humanistas, racionalistas, laicos y republicanos, y una visión más avanzada de la sociedad desde una perspectiva liberal progresista con especial acento en los derechos civiles y en los derechos políticos.[1]
El radicalismo, en sentido amplio, es todo conjunto de ideas y doctrinas de quienes, en ciertos momentos de la vida social, pretenden reformar profundamente el orden político, científico, moral e incluso religioso.[2] Radicalismo proviene del latínradix, que significa “raíz”, empleado como equivalente a “principio”, “fundamento”, “causa” o “razón primera” de las cosas.[3] En este sentido amplio, el radicalismo está emparentado con el fundamentalismo.
↑Parra, Augusto. «PRSD, el partido más antiguo de Chile. Aprueba el divorcio, el aborto y la eutanasia». Punto Final, n.º 525. Archivado desde el original el 13 de junio de 2018. Consultado el 9 de agosto de 2017. «Los partidos radicales nacieron en la segunda mitad del siglo XIX y expresaron el pensamiento racionalista-laico de la época y la visión más avanzada de la sociedad desde una perspectiva liberal con especial acento en los derechos civiles y en los derechos políticos. Hablo del radicalismo francés, italiano, español. Un fenómeno político extendido en el mundo occidental. En el caso chileno este mensaje fue asumido por los sectores medios: profesionales, empleados públicos, artesanos, empleados de comercio, mineros, que pronto se dieron cuenta de que no tenía destino una propuesta basada estrictamente en el liberalismo. Por esa razón el partido evoluciona hacia concepciones socialdemócratas.»
↑Real Academia Española. «radicalismo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).