En historia y heráldica, una rama de cadete consta de los descendientes de la línea masculina de un monarca o los hijos menores del patriarca, es decir, los cadetes, portando la banda heráldica en su blasón.[1]
En las dinastías gobernantes y familias nobles de gran parte de Europa y Asia, el grueso del patrimonio como objetos importantes de la familia, títulos, feudos, las propiedades y los ingresos, han sido históricamente pasados del padre a su primogénito, siendo este modelo de herencia la primogenitura, que busca dejar a la siguiente generación lo mejor asentada posible para poder continuar el nombre y el papel político de la familia.[2]
Mientras la primogenitura agnaticia se convirtió en una forma común de mantener la riqueza de la familia intacta y reducir las disputas familiares, esto se hizo a expensas de los hijos más jóvenes y sus descendientes, ya que no recibían bienes con los que mantenerse. Tanto antes y después de hacer el testamento los hijos más jóvenes buscaban ser elegidos por sus padres como sucesores o bien después de estar tomada la decisión, intentar usurpar el derecho de nacimiento del hermano mayor.
Aun así, también había contextos socioculturales dentro del ámbito europeo como el Sacro Imperio Romano Germánico feudal, donde la distribución igual de las posesiones de la familia entre los hijos era causante de una división de las propiedades que imposibilitaba el mantenimiento de los descendientes en el mismo nivel de vida económico y social de sus antepasados, además de las luchas entre los hermanos y sus descendientes por estas reparticiones, o incluso acababan en distanciamientos.