Rock | ||
---|---|---|
Orígenes musicales | ||
Orígenes culturales | Décadas de 1950 y 1960 en Estados Unidos y Reino Unido | |
Instrumentos comunes | ||
Subgéneros | ||
véase subgéneros del rock | ||
Fusiones | ||
Rock andaluz, blues rock, country rock, dance rock, folk rock, funk rock, jazz fusión, noise rock, pop barroco, pop punk, pop rock, punk rock, raga rock, rap rock, reggae rock, rock alternativo, rock electrónico, rock industrial, rock latino, stoner rock | ||
Escenas regionales | ||
véase rock por país | ||
El rock es un amplio género de música popular originado a principios de la década de 1950 en Estados Unidos y que derivó en un gran rango de diferentes estilos a mediados de los años 1960 y posteriores, particularmente en ese país y Reino Unido.[1][2] Tiene sus raíces en el rock and roll de los años 50, estilo surgido directamente de géneros como el blues, el rhythm and blues (pertenecientes a la música afroamericana) y el country. También se nutrió fuertemente del blues eléctrico y el folk, además de incorporar elementos del jazz y la música clásica, entre otras fuentes. Instrumentalmente, se centra en la guitarra eléctrica, en general como parte de un grupo integrado por batería, bajo, uno o más cantantes y, algunas veces, instrumentos de teclado como el órgano y el piano. Usualmente, se basa en canciones en compás de 4/4 y una estructura verso-estribillo. Sin embargo, el género se ha vuelto extremadamente diverso y las características comunes son difíciles de definir. Como en la música pop, las letras se refieren a menudo al amor romántico, pero tratan también un amplio rango de otros temas, con un enfoque frecuente en lo social, lo personal y lo político.
A mediados de la década de 1960, los músicos de rock comenzaron a adoptar el álbum como medio principal de difusión, expresión y consumo de música grabada. The Beatles fueron la cara principal del desarrollo comercial del género y sus producciones llevaron a la legitimación cultural del rock en el mainstream, lo que inició la época del álbum en la industria musical, que perduraría varias décadas. Ya a finales de la década de 1960, a la que se refiere como el periodo del «rock clásico»,[1] habían surgido numerosos subgéneros, entre ellos, híbridos como el blues rock, folk rock, country rock, rock sureño, raga rock y el jazz rock, muchos de los cuales contribuyeron al desarrollo del rock psicodélico, influenciado por la escena contracultural psicodélica y hippie. Entre los nuevos géneros que emergieron se incluyen el rock progresivo, que incorporó más elementos artísticos, el glam rock, que resaltó el espectáculo y el estilo visual, y el heavy metal, que se centró en el volumen, la intensidad y la velocidad. En la segunda mitad de los años 1970, el punk intensificó y reaccionó contra algunas de estas tendencias con una música cruda y energética y letras altamente políticas. Durante la década siguiente, fue una de las principales influencias en el desarrollo de otros subgéneros como el new wave, el post-punk y, finalmente, el rock alternativo.
A partir de la década de 1990, el rock alternativo se convirtió en el estilo dominante del género y se hizo conocido en las formas de grunge, Britpop e indie rock. Desde entonces, han aparecido otros subgéneros de fusión, entre ellos el pop punk, el rock electrónico, el rap rock y rap metal, así como varios intentos de revivir el rock histórico con el resurgimiento de géneros como el punk con el garage rock/post-punk durante los años 2000. La década de 2010 marcó un declive en el impacto y la relevancia cultural del rock, cuando géneros ajenos como el hiphop lo superaron en popularidad y dominaron gran parte del mainstream musical.
La música rock también se asoció con y sirvió de vehículo para movimientos culturales y sociales, lo que llevó a la creación de subculturas como los mods y los rockers en Reino Unido y la contracultura hippie en San Francisco (Estados Unidos) en la década de 1960. De forma similar, la cultura punk de la década de 1970 originó las subculturas visualmente distintivas emo y gótica. Heredera de la tradición folclórica de la canción de protesta, la música rock ha sido asociada con el activismo político, así como con los cambios en las actitudes sociales sobre el racismo, el sexo y el uso de drogas y es usualmente vista como una expresión de rebelión juvenil contra el consumismo y conformismo.