El sable moderno es, junto con la espada y el florete, una de las tres armas de esgrima.[1]
Deriva del sable, arma que usaban los soldados de caballería. Es por esto que cuando se da la señal de salida en el combate los dos esgrimistas salen rápidos a tocarse, ya que se asemejaba a lo que pasaba en los asaltos de caballería cuando los caballeros se embestían entre sí.[2]
Los tocados o puntos se pueden conseguir embistiendo con la punta o produciendo un corte con el filo de la hoja. El blanco válido es todo el cuerpo de cintura arriba, incluyendo cabeza y brazos. Los asaltos de sable son los más rápidos y ágiles en esgrima, por lo que requieren una buena forma física.
La posición de guardia que se utiliza en sable es la tercera a diferencia de la sexta utilizada tanto en florete como en espada.