Las sales minerales son compuestos inorgánicos fundamentalmente iónicos. Las sales, en general, son combinaciones de cationes y aniones, excluyendo los compuestos del ion hidronio (H3O+), que se clasifican como ácidos.[1] En este contexto, el calificativo «mineral» es sinónimo de «inorgánico», pues existen sales cuyos cationes y aniones son total o parcialmente de origen orgánico.[1]
Las sales minerales tienen función estructural y funciones de regulación del pH, de la presión osmótica y de reacciones bioquímicas, en las que intervienen iones específicos. Participan en reacciones químicas a niveles electrolíticos.