Los santos (en latín sanctus; en griego ἁγίος hagíos, en hebreo qadoš 'elegido por Dios' o bien 'diferenciado', 'distinguido') son hombres o mujeres destacados en las diversas tradiciones religiosas por las relaciones especiales que se les atribuyen con las divinidades o por una particular elevación ética; este segundo sentido se preserva en tradiciones espirituales no necesariamente teístas.
La influencia de un santo supera el ámbito de su religión cuando la aceptación de su moralidad adquiere componentes universales: por ejemplo, es el caso de Teresa de Calcuta o Gandhi, y, en general, al menos hasta cierto punto, de todos los fundadores de las grandes religiones.