El hilo de seda es una fibra natural formada por proteínas, producidas por diversos gusanos al tejer capullos dentro de los cuales sus cuerpos se metamorfosean en polillas.
La seda procede de un líquido viscoso segregado por ciertas glándulas de algunos artrópodos, como las orugas y las arañas, que sale del cuerpo por orificios muy pequeños y se solidifica en contacto con el aire formando hilos finísimos y flexibles.
También se conoce como seda a la amplia variedad de tejidos fabricados con esta fibra.[1]
Aunque es producida por varios grupos de animales artrópodos, como las arañas y varios tipos de insectos, en la actualidad solo la seda producida por las larvas de la mariposa Bombyx mori — el «gusano de seda»— se emplea en la fabricación industrial textil. Ha habido algunas investigaciones en búsqueda de otros tipos de sedas con distintas propiedades, que se diferencian a nivel molecular. En general las sedas son producidas principalmente por las larvas de insectos antes de que estas completen su metamorfosis, pero también hay casos de sedas producidas por ejemplares adultos.
La secreción de seda es especialmente común en los artrópodos del orden Hymenoptera (abejas, avispas y hormigas), y a veces se utiliza en la construcción de nidos. Otros artrópodos también producen seda, en particular diversos arácnidos, como las arañas.
Existen varios artrópodos que producen seda, entre los que se pueden citar: