La seguridad social (sécurité sociale) está dividida por el gobierno francés en cinco ramas: enfermedad; vejez/jubilación; familia; accidente de trabajo; y enfermedad profesional. Desde el punto de vista institucional, la seguridad social francesa se compone de diversos organismos. El sistema se divide en tres regímenes principales: el Régimen General, el Régimen Agrario y el Régimen de Autónomos. Además, existen numerosos regímenes especiales que datan de antes de la creación del sistema estatal, a mediados o finales de los años 40.
El concepto principal es que una institución única y centralizada pagará todos los gastos médicos y las pensiones para proporcionar un nivel de cobertura igual a toda la población. Todos los ingresos (salarios, dividendos...) se gravan para financiar este sistema. La principal ventaja es que su poder de negociación hace bajar muy significativamente el precio de los medicamentos y el sistema cubre sistemáticamente todos los gastos sin límite (cobertura del 100% para cualquier problema de larga duración o crítico como la diabetes, el cáncer....). El principal inconveniente es su importante coste (aunque inferior al de Estados Unidos).