Toque real es una forma de imposición de manos con fines curativos que realizaban los reyes de Francia y de Inglaterra del Antiguo Régimen. Se creía que su coronación les confería el poder taumatúrgico de curar a sus súbditos, sin distinción de condiciones sociales, de algunas enfermedades específicas, principalmente la escrófula o "mal del rey" (King's Evil, linfadenitis tuberculosa cervical o adenita tubercular -historia de la tuberculosis-), una enfermedad que raramente es mortal, y que remite espontáneamente con relativa frecuencia, lo que facilitaba atribuir su curación a la intervención real (más allá de los posibles efectos de la curación por la fe). El uso político de esta ceremonia suponía una legitimación del poder real, especialmente al comienzo de un reinado o el estableciemiento de una nueva dinastía.[1][2][3][4]