El Tratado de Copenhague fue firmado el 6 de junio de 1660 y marcó el fin de la Segunda Guerra del Norte entre Suecia y la alianza del Reino de Dinamarca y Noruega y la Mancomunidad de Polonia-Lituania. Este tratado fue una pequeña secuela al Tratado de Roskilde, el cual declaró las fronteras oficiales de Dinamarca, Suecia y Noruega, límites que son casi exactos a los actuales.