Victoria del Reino Unido (Alexandrina Victoria; Londres, 24 de mayo de 1819-isla de Wight, 22 de enero de 1901) fue la reina del Reino Unido desde su ascenso al trono, el 20 de junio de 1837, hasta su fallecimiento en enero de 1901. También fue la primera soberana británica en ostentar el título de emperatriz de la India desde el 1 de enero de 1877 hasta su deceso.
Era hija del príncipe Eduardo, duque de Kent y de Strathearn, cuarto hijo del rey Jorge III. Tanto su padre como su abuelo murieron en 1820, dejando a Victoria bajo la supervisión de su madre, la princesa Victoria de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, de nacionalidad alemana. Heredó el trono a los dieciocho años, tras la muerte sin descendencia legítima de sus tres tíos paternos: Federico, duque de York y los reyes Jorge IV y Guillermo IV.
El Reino Unido era ya en aquella época una monarquía constitucional establecida, en la que el soberano tenía relativamente pocos poderes políticos directos. En privado, Victoria intentó influir en el gobierno y en el nombramiento de ministros. En público, se convirtió en un icono nacional y en la figura que encarnaba el modelo de valores férreos y de moral personal típico de la época.
Se casó con su primo, el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha en 1840. Sus nueve hijos y 26 de sus 42 nietos se casaron con otros miembros de la realeza o de la nobleza de Europa, uniendo a estas entre sí, lo que le valió el apodo de «Abuela de Europa».
Tras la muerte de Alberto en 1861, Victoria comenzó un luto riguroso durante el cual evitó aparecer en público. Como resultado de su aislamiento, el republicanismo ganó fuerza durante algún tiempo, pero en la segunda mitad de su reinado, su popularidad volvió a aumentar. Sus jubileos de oro y de diamante fueron muy celebrados.
Su reinado, de 63 años y 216 días, es el segundo más largo de la historia del Reino Unido, solo superado por el de su tataranieta Isabel II, y se le conoce como época victoriana. Fue un periodo de cambio industrial, cultural, político, científico y militar en el Reino Unido y estuvo marcado por la expansión del Imperio británico. Victoria fue la última monarca de la casa de Hannover. Su hijo y sucesor, Eduardo VII, pertenecía a la nueva Casa de Sajonia-Coburgo y Gotha, posteriormente renombrada como Casa de Windsor por el hijo de este último, Jorge V, en 1917.