Un videojuego de mundo abierto es aquel que ofrece al jugador la posibilidad de moverse libremente por un mundo virtual y alterar cualquier elemento a su voluntad.
El término, a menudo, se usa alternativamente a otros como sandbox y free-roaming;[1] sin embargo, los términos mundo abierto y free-roaming describen el ambiente del juego en sí y alude más a la carencia de cualquier tipo de barrera artificial, en oposición a las paredes invisibles y la aparición de otras pantallas que suelen ser comunes en los videojuegos lineales. Por su parte, el término sandbox se refiere a la mecánica de un videojuego y cómo el jugador se entretiene con su capacidad para jugar creativamente, sin límites estructurales artificiales y sin "una manera correcta" de jugar el videojuego.
Pese a su denominación, muchos videojuegos de mundo abierto mantienen ciertas restricciones en algunos puntos de la historia, ya sea debido a limitaciones absolutas de diseño del juego o limitaciones temporales (tales como zonas bloqueadas) impuestas por la linealidad del videojuego. Hasta la fecha, el juego con mayor extensión de área es el juego Minecraft, con un mundo ilimitado de base por su programación en 32 bits que se va generando acorde a la distancia a la que el jugador avance.