Virus del papiloma humano

Virus del papiloma humano (VPH)

Virus del papiloma humano.
Especialidad infectología

El virus del papiloma de humano (VPH o HPV, del inglés human papillomavirus) es una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes en todo el mundo. Se trata de grupos diversos de virus ADN pertenecientes a la familia de los Papillomaviridae. No poseen envoltura y tienen un diámetro aproximado de 52-55 nm.

Los VPH son virus que se replican específicamente en el núcleo de células epiteliales escamosas. A diferencia de lo que ocurre en otras familias virales, las proteínas de la cápside de los diversos tipos de VPH son antigénicamente similares, por lo tanto los VPH no pueden ser clasificados en serotipos, de tal forma que su clasificación en genotipos y subtipos se basa en las diferencias de su secuencia de ADN.[1]

Se conocen más de 200 tipos víricos, que se clasifican según su patogenia oncológica en tipos de alto y de bajo riesgo oncológico. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) considera que los tipos de VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 66 son carcinógenos para los humanos ―tipos de alto riesgo oncológico― y que otros tipos, incluidos el VPH 6 y el VPH 11, son posibles carcinógenos para los humanos ―tipos de bajo riesgo oncológico―.[2]​ Como todos los virus de esta familia, los VPH solo establecen infecciones productivas en el epitelio estratificado de la piel y mucosas de humanos, así como de una variedad de animales. La mayoría de los VPH descritos no causan ningún síntoma en la mayor parte de la gente. Algunos tipos de VPH pueden causar verrugas o condilomas, mientras otros pueden generar infecciones subclínicas, que pueden (en una minoría de casos) dar lugar a cáncer cervical, de vulva, vagina y ano en mujeres, o cáncer del ano y pene en hombres.[3]​ La mayor parte de la gente infectada por VPH desconoce que lo está.[3]​ Todos los VPH se transmiten por contacto piel a piel, por saliva, uso de material contaminado o bien de la madre al feto.

Entre treinta y cuarenta tipos de VPH se transmiten normalmente por contacto sexual e infectan la región anogenital. Algunos tipos de VPH transmitidos por contacto sexual pueden producir verrugas genitales. La infección persistente con algunos tipos de VPH transmitidos sexualmente denominados de «alto riesgo» (diferentes de los que causan verrugas) puede evolucionar y producir lesiones precancerosas y cáncer invasivo.[4]​ La infección con VPH es la causa principal de casi todos los casos de cáncer cervical,[5]​ aunque en la mayor parte de las infecciones con este tipo de virus no se produce ninguna patología. En el año 2008, el médico alemán Harald zur Hausen recibió el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento del VPH como una causa de cáncer cervical.

Además, se ha caracterizado la influencia de este virus en cáncer de cabeza y cuello, estimándose la prevalencia del VPH en estos tumores entre el 23 y el 36 %, según la localización anatómica.[6]

La mayor parte de las infecciones con VPH en mujeres jóvenes son temporales, y tienen poca importancia a largo plazo. El 70 % de las infecciones desaparecen en 1 año y el 90 % en 2 años.[7]​ Sin embargo, cuando la infección persiste ―entre el 5 y el 10  por ciento de las mujeres infectadas― existe el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello del útero (el cérvix), que puede progresar a cáncer cervical invasivo. Este proceso normalmente lleva entre 15 y 20 años, dando muchas oportunidades a la detección y el tratamiento de las lesiones precancerosas, a menudo con altas tasas de curación.

En los países con recursos financieros suficientes se utiliza el test cervical papanicolaou (pap) para detectar células anormales que podrían degenerar en cancerosas. Un examen cervical (inspección visual) también puede detectar verrugas y otros crecimientos anormales, que aparecen como manchas blancas en la piel cuando se lavan con ácido acético. Las células anormales y cancerosas pueden eliminarse con un procedimiento simple, normalmente con un asa cauterizante o ―más frecuentemente en el mundo desarrollado― por congelación (crioterapia). Recientemente se han desarrollado tests de ADN para detectar VPH, más sensibles que el test pap y la inspección visual. Se están desarrollando también tests de bajo coste, adecuados para centros con pocos recursos, lo que permitirá realizar tests de manera sistemática en lugares donde ahora no es posible como en África, Asia y algunos países de Latinoamérica.

Los tests pap han reducido la incidencia y los fallecimientos por cáncer cervical en el mundo desarrollado, pero aun así hubo 11 000 casos y 3900 fallecimientos en Estados Unidos en el año 2008. El cáncer cervical presenta una elevada mortalidad en áreas pobres en recursos; a nivel mundial, se producen 490.000 casos y 270.000 fallecimientos cada año.[8][9]​ Sobre todo debido a que el test pap es difícil de mantener en centros con pocos recursos, entre el 80 y el 85 % de los fallecimientos por cáncer cervical tienen lugar en los países en desarrollo.

Las vacunas VPH, Cervarix y Gardasil, que previenen la infección con los tipos de VPH que causan el 70 % del cáncer cervical (tipos 16 y 18), pueden conducir a reducciones mayores.[8][10]

  1. «Copia archivada». Archivado desde el original el 7 de mayo de 2017. Consultado el 4 de mayo de 2017. 
  2. «Virus del papiloma humano. Situación actual, vacunas y perspectivas de su utilización». Comisión de Salud Pública/Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. febrero de 2007. Archivado desde el original el 3 de mayo de 2011. 
  3. a b «Infección genital por VPH - CDC Fact Sheet en español». Centers for Disease Control and Prevention (CDC). 24 de octubre de 2008. Archivado desde el original el 25 de enero de 2010. Consultado el 25 de enero de 2010. 
  4. Schiffman M, Castle PE (August de 2003). «Human papillomavirus: epidemiology and public health». Archives of Pathology & Laboratory Medicine 127 (8): 930-934. PMID 12873163. Consultado el 18 de mayo de 2009. 
  5. Walboomers JM, Jacobs MV, Manos MM (1999). «Human papillomavirus is a necessary cause of invasive cervical cancer worldwide». J. Pathol. 189 (1): 12-19. PMID 10451482. doi:10.1002/(SICI)1096-9896(199909)189:1<12::AID-PATH431>3.0.CO;2-F. 
  6. Parfenov, Michael (28 de octubre de 2014). «Characterization of HPV and host genome interactions in primary head and neck cancers». PNAS 111 (43): 15544-15549. doi:10.1073/pnas.1416074111. 
  7. Goldstein MA, Goodman A, del Carmen MG, Wilbur DC (March de 2009). «Case records of the Massachusetts General Hospital. Case 10-2009. A 23-year-old woman with an abnormal papanicolaou smear». N. Engl. J. Med. 360 (13): 1337-1344. PMID 19321871. doi:10.1056/NEJMcpc0810837.  PMID 19321871
  8. a b Kahn JA (July de 2009). «HPV vaccination for the prevention of cervical intraepithelial neoplasia». N. Engl. J. Med. 361 (3): 271-278. PMID 19605832. doi:10.1056/NEJMct0806938.  PMID 19605832
  9. «NCCC National Cervical Cancer Coalition». Archivado desde el original el 22 de agosto de 2008. Consultado el 1 de julio de 2008. 
  10. Lowy DR, Schiller JT (2006). «Prophylactic human papillomavirus vaccines». J. Clin. Invest. 116 (5): 1167-1173. PMC 1451224. PMID 16670757. doi:10.1172/JCI28607. 

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